KIMI NO NA WA, NADA NUEVO BAJO EL SOL NACIENTE
Película japonesa
dirigida por Makoto Shinkai y estrenada en las salas de cine niponas en
agosto del pasado año 2016. Éxito rotundo, emocionante, preciosa, conmovedora,
original... perdón ¿he dicho original? Puesss, si bien es cierto que los
anteriores calificativos son a mi punto de vista ciertos y que merece no uno si
no dos o más visionados, originalidad lo siento mucho pero no, nada, cero
patatero como decimos por aquí y antes de que algún otaku rabioso me salte al cuello y si los honorables lectores así
me lo permiten me gustaría demostrarlo con algunos ejemplos, un par de
historias y alguna que otra curiosidad. Así que empecemos.
TORIKAEBAYA MONOGATARI
Es
un viejo cuento del siglo XII, el título puede traducirse como ´Si pudiera cambiarlos´. Y es un perfecto
ejemplo de cómo las historias de cambios de roles sexuales ya gustaba hace
mucho, mucho tiempo.
Este relato nos cuenta
la historia de dos hermanastros, un chico llamado Wakagimi y una chica, Himegimi.
Mientras que él mostraba un carácter delicado, discreto y sumiso (era
afeminado, vaya), su hermanastra mostraba una vitalidad y comportamiento poco
apropiado para una dama de aquella época. Y es que ambos eran hijos de un
cortesano de alto rango de la era Heian cuyo futuro y reputación pasaba por el buen
hacer de sus vástagos en quienes depositaba toda esperanza.
En un primer momento
el padre quiso deshacerse de ellos haciéndolos ingresar en un monasterio pero
un día, mientras los observaba tuvo una osada idea.
Pronto su hijo habría
de pasar la ceremonia de mayoría de edad y ella sería presentada en la corte
así que ¿por qué no intercambiarlos? Himegimi se cortaría el pelo y con su fuerza y coraje
podría hacerse pasar por un chico y Wakagimi
, con su juvenil aspecto y bellas
facciones podría vestirse de mujer. !Nadie se daría cuenta!
Así se hizo y
funcionó, al menos al principio. Wakagimi
llegó a ser maestro de ceremonias y
confidente de la princesa imperial y Himegimi
se convirtió en un cortesano de
rango medio.
Ambos procuraban
actuar siempre con extrema cautela, así el chico mostraba una excesiva timidez,
lo que le servía para ocultar su condición aunque también tuvo un efecto
indeseado, atrajo con su fingido recato a muchos hombres incluido el príncipe heredero.
Su hermana mantuvo amores platónicos con
varias damas de la corte e incluso llegó a contraer matrimonio con la cuarta
hija del emperador. Saisho, el mejor
amigo de Himegimi no tardó en darse cuenta que su ´amigo´ y su
nueva esposa no mantenían relaciones y aprovechó la oportunidad para, digamos,
que no se sintiera tan sola. Al fin y al cabo los amigos lo comparten todo, o
casi.
Pero el ardor de Saisho
no terminó ahí, revitalizado por su reciente aventura retó a su astado
amigo a una lucha sin armas y durante la refriega se percató de su verdadero
género con lo que a partir de ese momento comenzó a perseguirla también a ella con
lujuriosa insistencia e intentando convencerla para que volviera a ser una
mujer y en cierto modo lo fue, al menos las noches que a partir de ese momento
empezaron a pasar juntos. Y como dice el refrán ´tanto va el cántaro a la
fuente que al final se rompe´, Himegimi quedó embarazada y se vio obligada a
ocultarse lejos de la corte.
Pero no nos olvidemos
de su hermano, que tampoco perdió el tiempo, al poco la princesa imperial
también quedó ´misteriosamente ´embarazada. Ante el revuelo causado Wakagimi, vestido en esta ocasión con
ropa masculina para poder pasar desapercibido (no deja de ser irónico), parte
en busca de su hermana con la que permanece hasta que ésta da a luz tras lo
cual ambos hermanos deciden intercambiar de nuevo sus identidades así como sus
vidas, así Himegimi se convertirá en
la consejera de la princesa y con el tiempo se casará con el emperador y su
hermano hará lo propio con la princesa y permanecerá casado también con su
hermana pequeña (la poligamia estaba permitida). La historia acaba felizmente,
y aunque algunos sí que notaron ciertos cambios en sus compañeros estoy seguro de
que fueron para mejor.
MADRE MÍA TENGO TETITAS!!
El intercambio de cuerpos es una vieja
fantasía que muchos, hombres y mujeres por igual han tenido alguna vez y no es
difícil encontrar historias similares a la anterior en casi cualquier parte del
mundo, enumeraré algunas limitándome solo a las japonesas.
RANMA 1/2
Todo un clásico de la mangaka Rumiko Takahashi. Este manga (luego anime) nos cuenta la
historia de Ranma Saotome , un joven
estudiante de artes marciales japonés de 16 años que encontrándose entrenando
en China con su padre se sumerge por accidente en el conocido como ´estanque de
la mujer ahogada´ sobre el cual recae una antigua maldición consistente en que
todo el que se bañe en él se transformará en una mujer cada vez que se moje. La
única forma de recuperar su forma original es empaparse con agua caliente. Tras
su regreso a Japón su padre visita la casa de los Tendo . Donde vive un amigo de la infancia, antes de marcharse prometieron
que sus hijos se casarían y así sus familias quedarían unidas. Tendo tiene tres hijas, siendo la menor, Akane la elegida para casarse con Ranma. Akane tiene un fuerte carácter y aunque es la más joven y guapa no
se comporta de manera muy femenina. A diferencia de sus hermanas mayores se
interesa por las artes marciales, las practica y es capaz de vencer a chicos
mucho más fuertes que ella. Y en cuanto a Ranma
le encanta echarle en cara que cuando se transforma en mujer sus pechos son
más grandes y bonitos que los de ella, y no se corta un pelo a la hora de demostrárselo.
TENKOSEI
Película de 1982 dirigida por Nobuhiko Obayashi . El argumento es
bastante sencillo, un par de adolescentes tropiezan y caen por unas escaleras
de piedra golpeándose mutuamente las cabezas, tras lo cual descubren que han
intercambiado sus cuerpos y deben encontrar la manera de recuperarlos. Es una
comedia que gracias al desparpajo y buen hacer de los protagonistas hizo furor
en la década de los ochenta.
PAPA TO MUSUME NO
NANOKAKAN
Serie de 7 capítulos
que se emitió durante el verano del 2007, cuenta la historia de un padre
excesivamente preocupado por su hija adolescente. Durante un viaje en tren una
fuerza misteriosa hace que sus mentes se crucen, durante una semana cada uno
deberá vivir la vida del otro, hecho que hará que ambos se conozcan mejor.
EL CORDÓN ROJO
Uno de los elementos clave en la
historia de kimi no na wa es el
cordón trenzado que luce Mitsuha y
que en algunos momentos intercambia con Taki.
Estas trenzas son conocidas como kumihimo
y su uso ha ido cambiando a lo largo
de las eras. En la antigüedad eran utilizadas por los guerreros para unir las
distintas partes de su armadura, sujetar las armas al cinto, ajustarse el casco
e incluso para sus monturas. En la película vemos cómo Mitsuha la usa en su
pelo mientras que Taki se la coloca en la muñeca en forma de adorno.
Los protagonistas, una vez han cumplido el cometido para el que fueron unidos
van olvidándose el uno del otro, el recuerdo va desvaneciéndose poco a poco,
sin embargo sigue habiendo algo que los une, y es que ambos siguen utilizando
compulsivamente el cordón y ello les obliga a buscarse el uno al otro movidos
por una extraña fuerza invisible. Esta unión es representada por el mismo
cordón que en algunas escenas parece estirarse y unir a ambos adoptando un
color rojizo. ¿Qué es este cordón rojo? Es denominado musubi, que significa unión y según la leyenda es un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a
encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las
circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá
romperse. El dios que controla dicho cordón es como Musubi no kami, o dios del matrimonio, pues es
popular por hacer que las parejas permanezcan unidas para siempre. En la
historia que os contaré a continuación os mostraré cómo actúa, espero que os
guste.
LA COMPASIÓN DE BENTEN
A comienzos del siglo XVIII se celebró en
Kioto un gran festival en el antiguo templo de Amadera con motivo de su reciente reinauguración (al estar hechos
de madera los santurarios y templos japoneses han de ser reconstruidos regularmente).
A los festejos acudió
una gran cantidad de personas, entre ellas Hanagaki
Baishu, un joven poeta que solía rondar por aquellos lares en busca de
inspiración. Mientras descansaba cerca de un estanque próximo a un hermoso
templete dedicado a la diosa Benten dio a parar con su cara una pequeña tira de
papel tanzaku (papelillos donde se
suelen escribir poemas y deseos y luego son atadas a los árboles, es una
costumbre popular durante el festival de Tanabata)
traída por una súbita ráfaga de viento.
Hanagaki desdobló con cuidado el fino papel, contenían unos
versos dedicados al primer amor. Admiró los caracteres y la delicadeza con la
que habían sido trazados. La autora, pues sin duda sólo una mano femenina podía
haber obrado tal maravilla, derrochaba en su caligrafía bondad, inocencia y una
gran ternura. Volvió a plegarlo y lo guardó en su manga.
Cada vez que lo leía
le resultaban más hermosos, los versos despertaban en él sentimientos tanto de
alegría como de tristeza, y lo mismo sonreía como era presa de una gran
soledad. No tardó en darse cuenta de que se había enamorado de aquella
desconocida.
Que terrible ironía,
querer a alguien a quien jamás había visto y que probablemente nunca
encontraría y que de hacerlo no reconocería. Hanagaki pensó que si halló
el tanzaku frente al templete de Benten era allí donde tenía que empezar a buscar y a
esa deidad a la que debía dirigir sus plegarias.
Suplicó a la diosa
para que le diera la oportunidad de conocer a la autora del poema. Prometió
realizar una peregrinación de siete días en cada uno de ellos visitaría un
templo, siendo el último el mismo templete donde se encontraba, donde pasaría
la noche meditando.
El séptimo día y tras
haber cumplido con lo prometido se dispuso a pernoctar ante las puertas del
recinto sagrado, que por ser de noche permanecía cerrado. Desplegó una
esterilla en el suelo y se sumió en una profunda meditación. Horas más tarde una
voz rompió el silencio. Un anciano
vestido elegantemente pedía permiso para pasar al interior del templete. Sus
movimientos eran pausados, solemnes y con cierto aire de majestuosidad.
Lentamente se aproximó a la puerta y esta se abrió. Del interior salió un paje,
su cara era muy hermosa y llevaba el pelo suelto a la antigua usanza. Los dos
intercambiaron reverencias y el chico dijo en voz alta:
- ´Hay alguien que ha acudido a nosotros, debido a su baja posición la
unión que solicita es complicada, por tanto hemos recurrido a vos por si podéis
encontrar alguna relación entre ellos en una vida anterior y así hacer que se
conozcan´.
El anciano asintió y
se giró hacia Hanagaki. Sacó de la
ancha manga un cordón de color carmesí y rodeó con él la cintura del
sorprendido poeta, hizo un nudo y acercó el otro extremo hasta la llama de una
de las velas que lentamente se consumían en el interior del templo. Al poco
apareció una preciosa muchacha, no tendría más de quince años. Cubría
tímidamente su rostro con un abanico, actuaba como si allí no hubiera nadie. Se
arrodilló y musitó una plegaria.
El paje entonces se
dirigió a Hanagaki:
-´Sabemos del dolor que atenaza tu corazón y escuchamos tus súplicas, por
ello hemos convocado aquí esta noche a Musubi-no-kami, el Diós del matrimonio
para que puedas conocer a la autora del tanzaku, es la que ahora se sienta a tu
lado´.
Tras decir esto el
paje se internó en el templete y desapareció entre las sombras. El anciano se
incorporó y muy despacio abandonó el lugar.
Sonaron las campanas
que anunciaban el alba y Hanagaki salió de su estado de ensoñación, no había
rastro de la chica. Se inclinó hasta tocar el suelo con su frente, dio las
gracias a los Dioses y se dispuso a regresar a casa.
Nada más cruzar la
puerta del recinto sagrado vislumbró una figura solitaria caminando por la
calle en dirección contraria a la suya. Al acercarse distinguió a una mujer, Hanagaki no le quitaba los ojos de
encima. Cuando estuvieron a la misma altura sus miradas se cruzaron, estaba
seguro, !Era ella, la misma que fue a rezar junto a él, la autora del tanzaku!.
Rápidamente se giró y
le habló, para regocijo de su corazón ella le contestó amablemente y juntos
caminaron por las silenciosas calles hasta llegar a la casa donde vivía Hanagaki, allí le habló de cómo creía
conocerla, del tanzaku que encontró,
de la noche pasada en el templo y de su encuentro milagroso. Entonces ella le
preguntó:
-´¿Acaso no os habéis dado cuenta de que he sido enviada para convertirme
en vuestra esposa?´.
La vida del poeta fue en los
siguientes meses muy feliz, ella demostró ser la compañera perfecta, dominaba
todas las artes, desde el ikebana hasta
la música, sabía bordar y era una excelente administradora. Era extraño que
pudiese amar tanto a una persona que apenas conocía. No sabía casi nada de su
familia, tampoco ella hablaba demasiado del tema pero tampoco importaba, eran
felices juntos y eso bastaba. Pasó el otoño, nada parecía perturbar aquella continua
paz, y a pesar de los temores de Hanagaki
ni el paje ni el anciano volvieron a
aparecérsele para reclamarla, ni siquiera los vecinos parecían percatarse de su
presencia.
Un día iba paseando
por un barrio de las afueras de la ciudad cuando alguien empezó a hacerle señas
y a llamarle:
´Baishu, ven aquí Baishu´.
Se sorprendió
bastante, pues ninguno de sus conocidos vivía por aquella zona y era raro que
alguien se dirigiese a él por su nombre de pila.
Se trataba de un
sirviente que tras disculparse le indicó que su amo solicitaba amablemente que
aceptara hablar con él. Intrigado Hanagaki
aceptó y se dejó conducir hasta una
lujosa casa donde fué cortésmente recibido por un señor que parecía ostentar
algún cargo muy importante.
Una vez agasajado
convenientemente aquél hombre le explicó que era padre de una hermosa joven de
dieciséis años. Deseando que su hija fuera feliz se encomendó a la diosa Benten, y así decidieron colgar tanzaku
con poemas escritos en de la mano de su hija a
cada uno de los templos donde es adorada.
No pasó mucho tiempo
hasta que la diosa misma se le presentó en sueños y predijo que durante el
transcurso del próximo invierno les visitaría un apuesto joven.
´Al principio pensé, puesto que
en ningún momento hubo presentación formal alguna, que debía tratarse de un simple
sueño, productos de un padre amante y devoto. Sin embargo anoche volví a tener
esa misma visión, aunque en esta ocasión la Diosa le anunció que al día
siguiente el joven del que me habló pasaría ante la puerta de mi casa. Me contó
todo lo que necesitaba saber, vuestro nombre, aspecto físico, atuendos. Me
pidió que os invitara a pasar y ofreciera la mano de mi hija. También me dijo
que erais un hombre de buen corazón y que algún día alcanzaríais un cargo mucho
más importante que el de ahora´
Todas estas
explicaciones inquietaron al joven Hanagaki
, el ya tenía una esposa, entregada además por la propia Diosa, todo aquella
carecía del más mínimo sentido. Las insistentes invitaciones del padre a pasar
a la estancia contigua y así conocer a la candidata le turbaron aún más.
Pero su sorpresa fue
grande cuando al entrar en la habitación contempló Hanagaki que la que allí le
aguardaba no era otra que su esposa, aquella a la que había amado tan
desesperadamente. Era ella y al mismo tiempo no lo era. La chica no parecía
reconocerle, no recordaba haberle visto antes y mucho menos haber vivido
juntos.
La Diosa Benten obró el milagro, concedió al
apenado poeta un espíritu-esposa para que le hiciera compañía hasta que éste
pudiese encontrar a su verdadero amor. Hanagaki
aceptó la mano de la muchacha y
fueron felices el resto de sus días.
EL TEMPLO ANCESTRAL
Uno de los lugares principales en kimi no na wa es el antiguo
templo donde, a pesar de contar con un templo en el pueblo, los aldeanos van a realizar sus ritos desde
tiempo inmemorial ya que lo consideran sagrado.
Está situado en mitad
de un cráter y si nos atenemos a lo que nos cuentan sabemos que tiene al menos
tres mil años de antigüedad. El cometa del que se habla en la película pasa
cada milenio y siempre impacta en la misma zona, así pues observamos que la
primera vez originó el sitio donde se erigió el santuario (fijaos en la extraña
formación rocosa que parece un dolmen y que desentona con las rocas circundantes).
La segunda vez creó el lago junto al que se ubica el pueblo y la tercera vez es
cuando... bueno, mejor lo averiguáis vosotros mismos.
¿Y si os dijera que
ese lugar existe? Bueno, no exactamente como nos lo muestran, no se encuentra
en mitad de las montañas de Hida, no
está en Gifu, el lugar no fue creado por el impacto de ningún meteorito pero
comparten ciertas similitudes que dan mucho que pensar.
AOGASHIMA, LA ISLA MALDITA
Se encuentra a unos 350 kilómetros al sur
de Tokio , de hecho administrativamente forma parte del
mismo distrito, sin embargo yace solitaria en mitad del océano. Con apenas un
centenar de habitantes la isla de Aogashima
es en realidad un volcán activo y aunque la última vez que entró en erupción
fue en 1785 el olor a azufre se sigue notando claramente en el ambiente, cosa
que no es del todo mala pues cuenta con unos balnearios naturales excepcionales
que pueden ser visitados aunque llegar hasta el lugar no es tarea sencilla.
Para lograrlo hay que tomar un helicóptero que sale cada veinte minutos desde
el aeropuerto de Haneda, en Tokio y que solo da cabida a nueve
pasajeros. Otra opción es tratar de llegar en barco pero nos enfrentamos a un
viaje de 11 horas de duración en el que no se garantiza el atraque, ya que la
isla no dispone de playa, el embarcadero no es seguro y las condiciones del mar son muy
complicadas así que la mitad de las veces no tendremos más remedio que volver
mojados y decepcionados a nuestro punto de origen.
Sobre Aogashima pesa una extraña maldición,
ninguna mujer podrá residir en ella. Si alguna permanece por un tiempo
prolongado se arriesgará a desatar la ira de los dioses y todos en la isla
sufrirán un horrible destino.
Un detalle de
la película es que en el cráter donde
los protagonistas se encuentran, aún estando cara a cara no son
capaces de tocarse o verse y es en ese momento cuando ambos empiezan a olvidarse
el uno del otro.
UN COCKTAIL DELICIOSO
No entraré en más detalles
transcendentales ni en arduos debates sobre física teórica ni elucubraciones
varias sobre dimensiones paralelas que se superponen . Solo he pretendido
destacar algunos ingredientes que he creído identificar mientras disfrutaba de
esta maravilla de la animación. A veces pienso que no importa que nos cuenten
las mismas historias una y otra vez si no de qué forma lo hagan y en qué
momento de nuestras vidas las escuchemos. Creo que Kimi no na wa es una de esas historias que hace vibrar las cuerdas
más íntimas de nuestro ser y mezclando
sabiamente un poco de esto y de aquello nos ofrece un elixir que nos hace
olvidar por un rato todos esos problemas que nos atormentan cada día y nos
convence de que es posible llenar ese vacío que todos hemos sentido alguna vez.
´Me pregunto si apareció en mis sueños por
dormir pensando en ella
No me hubiera despertado de haber sabido
que soñaba.´
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